miércoles, 17 de marzo de 2010

CLASIFICACION DE LAS CIENCIAS


Existen varias clasificaciones planteadas por distintos autores, con criterios distintos e incluso considerando el ámbito de aplicación de la ciencia.

Muchos, sino la mayoría, hablan de una división entre ciencias formales y fácticas, evaluando para esta división tanto el objeto de estudio, el tipo de enunciados que produce cada una como así también el método utilizado para validar las hipótesis.

En general, se puede decir que las ciencias formales tiene como objeto de estudio entes ideales sin existencia real; mientras que las ciencias fácticas se ocupan del estudio de los hechos, los procesos, los objetos y las cosas.

Respecto del tipo de enunciados producidos por las ciencias formales, se los suele describir como relaciones entre entes ideales; mientras que las ciencias fácticas producen relaciones entre los hechos, los procesos, objetos o cosas, que son objeto de su estudio.

Los métodos si bien tienen aspectos en común, ya que ambas ciencias utilizan la lógica, difieren en el valor que le dan a la misma. Para las ciencias formales la existencia de la lógica es suficiente para intentar deducir hipótesis a partir de ella, que en caso de demostrarse como verdaderas habrán confirmado la hipótesis sin más problemas.

Las ciencias fácticas, por su parte, consideran la existencia de la lógica necesaria pero no suficiente. Es por eso que necesitan contrastar sus hipótesis con la realidad objetiva para comprobar si los enunciados se verifican en la realidad.

Pardo, por ejemplo, explica cada uno de los elementos a tener en cuenta para la clasificación, de la siguiente manera:

" Cuando se trata de clasificar las ciencias se acostumbra a tomar como referencia cuatro criterios: el objeto de estudio, los métodos, la clase de enunciados y el tipo de verdad.

Al hablar de objeto de estudio, nos referimos al sector o ámbito de la realidad estudiada (los seres vivos para la biología, o el movimiento de los cuerpos celestes para la astronomía, por dar solo algunos ejemplos).

Los métodos se relacionan con los distintos procedimientos, tanto para el logro de conocimientos como para su justificación y puesta a prueba.

El tipo de enunciados alude a la diferencia entre proposiciones analíticas o formales, vale decir, aquellas vacías de contenido, y sintéticas, a saber, las que se refieren de algún modo a sucesos o procesos fácticos.

Finalmente, acerca del criterio referido al tipo de verdad involucrado en estos enunciados, diremos que mientras a los primeros les corresponde una verdad necesaria y formal, relacionada con la coherencia lógica, en el caso de los segundos su verdad será contingente y fáctica, dependiente de su verificación empírica."

"Las ciencias formales son la matemática y la lógica, pues su objeto de estudio se caracteriza porque sólo tiene existencia ideal, no existe en la realidad espacio-temporal: (...)los signos [de la matemática y de la lógica] no refieren a una realidad extralinguística, sino que [estan] vacios de contenido."

"(...)las ciencias fácticas [como] la física y la química informan acerca de la realidad extralingüística (...) tienen como objeto de estudio entes materiales y se refieren (...) a la realidad empírica."

Asimismo, Pardo, hace una distinción dentro de las ciencias fácticas entre las ciencias naturales y las sociales:

"(...)Tal distinción pretende fundarse en diferencias en cuanto al objeto de estudio (la naturaleza o el hombre, respectivamente) y, sobre todo, acerca del tipo de conocimiento involucrado en ellas. (...) hay quienes descalifican la cientificidad de las ciencias sociales al argumentar que ellas nunca pueden alcanzar metodológicamente la "objetividad" de las naturales, dando por sentado, desde ya, que [esta propiedad](...) queda acotada la posible y rigurosa aplicación del método de las ciencias naturales, y reduciendo, de modo hiperpositivista, verdad y racionalidad a método."

Esther Díaz hace mención a otra clasificación entre ciencias duras y blandas, y entre débiles y fuertes, basado en el método de validación, fundamentalmente.

"A las ciencias sociales se las suele catalogar como "débiles" epistemológicamente, y a la biología y a algunos desarrollos posnewtonianos de la física, así como a ciertos aspectos de la química, se los denomina "semidébiles". En oposición a esto, la física-matemática es llamada "fuerte", entre otras cosas, porque sus proposiciones son formalizables y corroborables con la experiencia: es decir que cuentan con respaldos epistemológicos fuertes o positivos. También en este sentido se le dice "ciencias duras" a las naturales y "blandas" a las sociales."

Tanto Bunge como Mario Heller describen la misma clasificación que el resto, aunque este ultimo agrega una clasificación entre ciencia aplicada y ciencia pura.

"Al abarcar en su totalidad lo que se denomina ciencia se observa cómo una tarea teórica, como la producción de conocimiento científico, tiene connotaciones prácticas mediante la tecnología. De este modo la ciencia contribuye al bienestar de la humanidad. Aunque también causa perjuicios(...)."

"Se puede distinguir en consecuencia un nivel teórico y un nivel práctico en las ciencias. Esto permite también hablar de ciencia pura cuando la investigación se plantea sólo problemas teóricos, es decir, intenta dar cuenta y explicar la realidad independientemente de su aplicación. Asi como de ciencia aplicada en tanto se estudian, en base a elementos de la ciencia pura, problemas prácticos(...)."

A partir de esta clasificación aparece un nuevo concepto relacionado con la ciencia, la tecnología.

Concepto que Heller define de esta manera:

"Cuando los procedimientos para dominar los fenómenos se originan en la aplicación de los conocimientos científicos, se habla de tecnología(...) La tecnología toma entonces teorías científicas y las adapta para determinados fines."

Por su parte Pardo brinda una concepción muy similar, asociada a la idea de ciencia aplicada.

"(...)atendiendo a cual sea su objetivo primario, teórico o práctico, si se está ante un problema propiamente científico (es decir, de investigación básica) o ante uno de ciencia aplicada o tecnología."

Por otra parte, analizando el desarrollo histórico que han tenido los conceptos de ciencia y tecnología, Alejandro Piscitelli explica lo siguiente:

"Tradicionalmente la tecnología se consideraba como una etapa específica en la modificación del conocimiento. Este podía categorizarse dentro del siguiente continuum (i) conocimiento cuya utilización no es conocida, o es poco conocida en el tiempo y el espacio; (ii) conocimiento potencialmente utilizable; (iii) conocimiento utilizable (desarrollo); (iv) conocimiento utilizado.

En esta tipología, el origen de la tecnología podía detectarse con el surgimiento del conocimiento utilizable producido por el desarrollo, que por primera vez en el continuo creación/innovación otorga alta probabilidad de ser utilizado a escala social.

Está implícita en esta concepción la transformabilidad, es decir, la capacidad de que dicho conocimiento sea apto para producir la transformación de elementos materiales o simbólicos en bienes y servicios. En resumen, la tecnología se concebía como conocimiento utilizable o utilizado a escala social con el objeto de transformar elementos materiales y/o simbólicos en bienes y servicios."

Mario Bunge, utilizando una interpretación similar al resto la define así:

"La ciencia como actividad; como investigación, pertenece a la vida social; en cuanto se la aplica al mejoramiento de nuestro medio natural y artificial; la investigación y manufactura de bienes materiales y culturales, la ciencia se convierte en tecnología."

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